Llegó el mes de noviembre y, con él, se intensifican las ofertas y promociones en el comercio, en torno al Viernes Negro, lo que puede provocar el traslado inadecuado de algunos artículos fuera de la cabina del vehículo.
Comprar una refrigeradora, una pantalla o una cocina, con descuento, puede tentar a las personas a querer ahorrar todavía más, no pagando el transporte del producto, desde el negocio a su casa, y en ese contexto se pueden cometer imprudencias.
“De la misma manera que le decimos a las personas, en periodo de vacaciones, que no salgan de paseo con muchos objetos en el techo del carro, por ejemplo, y que deben amarrarlos bien, aplica para esta temporada de promociones de Viernes Negro, que suelen extenderse todo el mes de noviembre y luego las compras navideñas.
Ahorrarse el flete podría provocar un gasto mayor si no se transporta adecuadamente ese objeto y ocurre algún accidente en carretera”, recalcó Martín Sánchez Agüero, subdirector de la Policía de Tránsito.
Una lavadora salida en la cajuela de atrás de un sedán o una pantalla de 60 pulgadas transportada en una motocicleta son ejemplos de decisiones no exactamente ideales, en material de seguridad vial.
En esa línea, apegado al sentido común y a la propia Ley de Tránsito, Sánchez recalcó que el artículo no debe tapar las placas ni las luces, no debe impedir la visibilidad por los retrovisores, ni tapar la visión por el parabrisas.
Tampoco deben sobresalir puntas
u objetos peligrosos que representen un riesgo para otros actores viales, como
ciclistas, carros o peatones.
Incluso, en el boom de las promociones, hasta existen precios reducidos en productos
para la construcción como cielorrasos, varillas, maderas y al transportarse en un
vehículo, de forma inadecuado, aumenta el riesgo. En ese sentido, los camiones de
carga deben llevar banderillas rojas en el extremo que sobresalga el material fuera
del cajón o por delante en la cabina, o luces rojas si es de noche, como medida
preventiva. Estos materiales no deben tocar el suelo.
En resumen, el funcionario pidió prudencia, pues como se dice popularmente, “se
puede ir lo comido por lo servicio” y lo que se ahorró en el precio del producto, se
debe pagar, y hasta más, por daños al vehículo propio o de otras personas. La carga
bien sujeta es fundamental.